Así lo advirtió el Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense al encabezar una actividad de concientización en la plaza central de Esteban Echeverría. Se trata de una campaña organizada por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría con motivo del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra el 31 de mayo.
Martello explicó que la tasa de consumo de cigarrillos por habitantes es un 35% inferior a la que existía hace 10 años pero la baja en el consumo no es constante y registró vaivenes en la última década. Según los reportes del Área de Acopio, Producción, Estudios y Finanzas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca la Nación, en la Argentina el año pasado se consumieron 1.614.051.351 paquetes de cigarrillos, 4,2% menos que en 2020. De esta forma el indicador conocido como “consumo aparente” que elabora el Ministerio pasó de 37 a 35 paquetes por habitante. En 2011 el consumo aparente era de 54 paquetes. Pero en 2020, durante el primer año de la pandemia, el indicador mostró un aumento de 1,69% respecto a 2019. “Este tipo de estancamientos o leves retrocesos en la caída del consumo de tabaco hace indispensable mantener y ampliar las campañas de prevención a nivel local, regional e internacional”, explicó Martello.
Las acciones del Observatorio en Esteban Echeverría consistieron en entregar información sobre los beneficios inmediatos que se obtienen al dejar de fumar y las formas de acceder a los tratamientos gratuitos de cesación tabáquica. Asimismo, se hizo entrega de un test para que fumadores y fumadoras pudieran determinar su grado de dependencia a la nicotina. El test -avalado por el Ministerio de Salud de la Nación- consiste en seis simples preguntas.
“Nuestro mensaje es claro: dejar de fumar es posible. Y por eso desde el Estado se le debe dar todas las herramientas a quienes tengan voluntad de hacerlo dado que no solamente se beneficia la persona que lo hace, sino también el sistema sanitario y hasta el medio ambiente”, agregó el Defensor del Pueblo Adjunto.
El peligro del “lavado verde”
La campaña 2022 por el Día Sin Tabaco realizada por el Observatorio de Adicciones de la Defensoría, se enmarca en la consiga global establecida por la Organización Mundial de Salud (OMS) para este año. Concretamente, la OMS denunció que la industria tabacalera quiere mejorar su imagen pública a través de lo que se denomina “lavado verde”, una táctica de desinformación utilizada por las industrias para presentar una imagen ambientalmente responsable.
Se trata de una estrategia de relaciones públicas utilizada por las industrias dañinas para parecer “ecológicas y socialmente responsables” cuando en realidad sus productos perjudican la salud humana y el medio ambiente.
La industria tabacalera vierte residuos tóxicos en las comunidades y agota los recursos naturales. Sin embargo, finge interés ambiental y sensibilidad social para influenciar a los responsables de las decisiones políticas que regulan su actividad buscando obtener ventajas fiscales y marcos regulatorios laxos. El lavado verde es un engaño, busca distraer la atención de los esfuerzos serios para proteger al planeta.
Según la OMS cada año se desechan 4,5 billones de colillas de cigarrillo al ambiente, lo que lo convierte en el artículo más desechado del mundo y la basura más frecuente en las playas. Cada colilla de cigarrillo concentra en el filtro miles de sustancias tóxicas que puede contaminar entre 50 a 100 litros de agua y que necesitan hasta 25 años para degradarse en el medioambiente