La Defensoría presentó una iniciativa que apunta a desnaturalizar conductas machistas que afectan a muchas mujeres. Algunas de ellas se sumaron a la campaña para revertir esta realidad.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Defensoría del Pueblo bonaerense presentó una campaña para visibilizar situaciones de discriminación hacia las mujeres en el trabajo, una iniciativa que tiene como objetivo revertir estas conductas que las ponen en situación de vulnerabilidad y avanzar hacia la igualdad de género.
La propuesta de la dirección de Políticas de Igualdad del organismo que conduce Guido Lorenzino tiene que ver con mostrar las situaciones de discriminación que sufren las mujeres por el solo hecho de pertenecer al género femenino. Se trata de experiencias que han ocurrido en diferentes ámbitos como de trabajo como el comercio, la universidad,la escuela o la administración pública.
“Debemos desnaturalizar cuanto antes estos comportamientos.Para eso es necesario contar con políticas públicas que equiparen las oportunidades, los salarios y los roles en los lugares de trabajo”, sostuvo Lorenzino.
En esa línea, agregó que “desde la Defensoría trabajamos la temática de violencia laboral en capacitaciones e instancias de debate en las que abordamos la desigualdad en el acceso a derechos para hombres y mujeres. El programa se encuentra a disposición y puede solicitarse mediante los medios de contacto de la Defensoría”.
“Me decían que ordenar es trabajo de mujeres”
Según surgió de los testimonios, como consecuencia de esta discriminación, muchas mujeres se encuentran más cansadas, estresadas o tristes de lo normal luego de un día de trabajo.
"Mi primer trabajo fue en un comercio. Era la única mujer, mis compañeros eran dos varones y el encargado. Cuando había que ordenar el depósito, que no tenía ventilación, en pleno verano, me mandaba siempre a mi y ellos se quedaban tomando mate abajo del aire acondicionado. Me decían que lo haga yo porque se supone que ordenar es “trabajo de mujeres”
“Se subestima bastante a la figura de la docente mujer”
La discriminación no siempre es clara. Puede ser manifiesta o difusa, y se relaciona con actitudes que están totalmente naturalizadas por la sociedad y que no constituyen expresiones extremas de violencia. Por ello, no son tan visibles y resultan más difíciles de modificar en los diferentes ámbitos.
Uno de los testimonios es de una docente universitaria, que contó cómo "los y las adolescentes suelen percibir de forma diferente la figura del docente varón y de la docente mujer, viendo que tiene más autoridad, más respeto y hasta puede ser más interesante la figura del varón y generalmente se subestima bastante a la figura de la docente mujer".
“En la administración pública, ser mamá o desear serlo es un punto en contra para los ascensos”
Se trata de episodios que aparecen en todos los ámbitos, y se reflejan en actitudes, conductas, diferencia en los salarios, también en el ámbito de la administración pública.
"Trabajo dentro de la administración pública provincial y me ha pasado de estar en grupos de personas para elegir ascensos o roles dentro de los equipos de trabajo y que me digan que no porque soy mamá o porque posiblemente en los próximos años vuelva a ser mamá, y eso es como un punto en contra para poder estar en lugares de toma de decisiones".
En ocasiones la discriminación ocurre entre los propios compañeros de oficina: "Me ha pasado que en algún intercambio de opiniones con varones dentro de la oficina, cuando me pongo firme o enfática me acusan de estar menstruando como algo despectivo que influye sobre lo que estoy diciendo".
También se manifiesta cuando un hombre toma ventaja de su posición jerárquica respecto de una mujer: “Tenía 19 años trabajaba en el ámbito público, un superior me sugirió que cambie de carrera por mi vestimenta humilde y sentí que abusó de su posición de poder frente a mi condición de piba de clase media baja”