Un relevamiento a la Clínica Atlántica de Mar del Plata, que atiende a personas con padecimientos mentales a partir de un dispositivo de internación, realizó la Defensoría junto al equipo técnico del Órgano de Revisión Local (ORL) de Salud Mental
Durante la recorrida, encabezada por el Defensor Adjunto en Derechos Humanos y Salud, Marcelo Honores, se pasó revista al establecimiento que tiene una capacidad de 48 camas y al momento de la visita tenía una ocupación casi plena de 47 personas.
Honores y el equipo del ORL con sede en Mar del Plata, compuesto por Pía Bibbó, Carolina Peralta y Gabriel Biocca, se entrevistaron con el nuevo director de la Clínica, Mauro Máximo Guascone, quien expuso sobre “el aumento de internaciones vinculadas a temas de salud mental a partir del contexto de pandemia, que se asoció también al cierre de dispositivos de atención intermedios, como hospitales y centros de día”.
En esa línea, Guascone detalló que en virtud de los cuidados frente al Covid-19, “hay usuarios que perdieron o debilitaron los vínculos con su red de contención socio-afectiva”, y sostuvo que “es necesario trabajar en esa materia, sobre todo porque se habilitaron otra vez las visitas (con turnos y en espacios abiertos) y los permisos de salida terapéuticos”.
En el monitoreo al centro de salud, los usuarios mantuvieron contactos espontáneos con Honores y el equipo técnico del ORL, a quienes se les explicó la función del organismo en la protección de derechos y se tomó nota de sus inquietudes.
“Es muy importante escuchar la voz de los usuarios, sujetos de derecho a los que la Ley Nacional de Salud Mental desestigmatiza y posiciona en el lugar que corresponde”, reflexionó Honores.
Y recordó que la norma entiende a la Salud Mental como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.