Ante los repetidos destrozos registrados en el emblemático "Paseo de la Memoria", en la plaza Dardo Rocha, de la ciudad de Necochea, el Área de Patrimonio y Turismo de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires expresó su enfático repudio y rechazo a la violencia en todas sus dimensiones. La denuncia sobre
Ante los repetidos destrozos registrados en el emblemático "Paseo de la Memoria", en la plaza Dardo Rocha, de la ciudad de Necochea, el Área de Patrimonio y Turismo de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires expresó su enfático repudio y rechazo a la violencia en todas sus dimensiones.
La denuncia sobre los daños en el Paseo fue recibida en la oficina que la Defensoría tiene en esa ciudad, y realizada por un grupo de vecinos nucleados en una ONG dedicada a la defensa y lucha permanente por los derechos humanos.
Espacios como éste, fueron pensados y diseñados para la reflexión y la memoria en homenaje a los desaparecidos en la última dictadura militar y se multiplican a lo largo y a lo ancho del país. "Deberían ser cuidados y resguardados por los vecinos como espacio simbólico para generar conciencia y promover una sociedad pacífica y democrática. Cuando se destruye el patrimonio público se atenta contra la propia cultura", sostiene la declaración de la Defensoría.
Y en este sentido, amplió que "los daños materiales son más profundos por la falta de respeto y el desprecio que representa destruir un espacio destinado a la memoria".
La denuncia sobre los daños en el Paseo fue recibida en la oficina que la Defensoría tiene en esa ciudad, y realizada por un grupo de vecinos nucleados en una ONG dedicada a la defensa y lucha permanente por los derechos humanos.
Espacios como éste, fueron pensados y diseñados para la reflexión y la memoria en homenaje a los desaparecidos en la última dictadura militar y se multiplican a lo largo y a lo ancho del país. "Deberían ser cuidados y resguardados por los vecinos como espacio simbólico para generar conciencia y promover una sociedad pacífica y democrática. Cuando se destruye el patrimonio público se atenta contra la propia cultura", sostiene la declaración de la Defensoría.
Y en este sentido, amplió que "los daños materiales son más profundos por la falta de respeto y el desprecio que representa destruir un espacio destinado a la memoria".