Responsables directos de generar un impacto negativo en el ambiente, en la economía y en la salud de las personas, un estudio de la Defensoría del Pueblo bonaerense mostró que en 74 municipios de la Provincia existen basurales a cielo abierto con superficies similares a dos estadios de River.
Responsables directos de generar un impacto negativo en el ambiente, en la economía y en la salud de las personas, un estudio de la Defensoría del Pueblo bonaerense mostró que en 74 municipios de la Provincia existen basurales a cielo abierto con superficies similares a dos estadios de River.
Este trabajo, que se llevó adelante en distritos donde no funciona el Ceamse, reveló que estos predios ocupan superficies de una media de 90.000 metros cuadrados cada uno. El riesgo que provocan cobra relevancia, a su vez, si se tiene en cuenta que por ejemplo se encuentran, en promedio, a 2 kilómetros de la zona urbana más próxima, a 3 kilómetros de la escuela más cercana y a 4 kilómetros del palacio municipal –y por lo tanto de los centros comerciales– de las localidades donde están ubicados.
“Uno de los datos más alarmantes es que en 7 de cada 10 basurales a cielo abierto se producen quemas. Esto demuestra que no hay un cambio en el paradigma de considerar al residuo como un recurso, para no verlo como un problema ambiental sino como una oportunidad, lo que implica que estos depósitos se transformen en un foco de contaminación y un riesgo sanitario para la población”, aseguró el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.
A diferencia de lo que sucede en los distritos en los que funciona el Ceamse, donde el Estado tiene un política respecto a qué hacer con la basura, en el resto de la Provincia no se evidencia un patrón común para el tratamiento de los residuos, por lo que en los distritos analizados se produce una problemática cuya solución se encuentra fuera del alcance de un presupuesto municipal.
En ese sentido, Lorenzino expresó que “hoy la Provincia cuenta con recursos, como los recuperados por el Fondo del Conurbano, que abren la posibilidad de redirigir partidas para sanear esta deuda histórica con los bonaerenses. Se genera más de un millón de toneladas por año que van a parar a estos basurales a cielo abierto, por lo que eliminarlos tiene que ser una prioridad para el gobierno”.
El estudio se complementará con una etapa de participación ciudadana, donde los vecinos de los distintos municipios podrán acercar a la Defensoría todo tipo de información, a través de una plataforma interactiva, donde podrán volcar sus denuncias por medio de fotos y videos, que permitirán elaborar un mapa definitivo y actualizado de dónde se encuentran los basurales a cielo abierto en toda la Provincia.
INFORME BASURALES
Este trabajo, que se llevó adelante en distritos donde no funciona el Ceamse, reveló que estos predios ocupan superficies de una media de 90.000 metros cuadrados cada uno. El riesgo que provocan cobra relevancia, a su vez, si se tiene en cuenta que por ejemplo se encuentran, en promedio, a 2 kilómetros de la zona urbana más próxima, a 3 kilómetros de la escuela más cercana y a 4 kilómetros del palacio municipal –y por lo tanto de los centros comerciales– de las localidades donde están ubicados.
“Uno de los datos más alarmantes es que en 7 de cada 10 basurales a cielo abierto se producen quemas. Esto demuestra que no hay un cambio en el paradigma de considerar al residuo como un recurso, para no verlo como un problema ambiental sino como una oportunidad, lo que implica que estos depósitos se transformen en un foco de contaminación y un riesgo sanitario para la población”, aseguró el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.
A diferencia de lo que sucede en los distritos en los que funciona el Ceamse, donde el Estado tiene un política respecto a qué hacer con la basura, en el resto de la Provincia no se evidencia un patrón común para el tratamiento de los residuos, por lo que en los distritos analizados se produce una problemática cuya solución se encuentra fuera del alcance de un presupuesto municipal.
En ese sentido, Lorenzino expresó que “hoy la Provincia cuenta con recursos, como los recuperados por el Fondo del Conurbano, que abren la posibilidad de redirigir partidas para sanear esta deuda histórica con los bonaerenses. Se genera más de un millón de toneladas por año que van a parar a estos basurales a cielo abierto, por lo que eliminarlos tiene que ser una prioridad para el gobierno”.
El estudio se complementará con una etapa de participación ciudadana, donde los vecinos de los distintos municipios podrán acercar a la Defensoría todo tipo de información, a través de una plataforma interactiva, donde podrán volcar sus denuncias por medio de fotos y videos, que permitirán elaborar un mapa definitivo y actualizado de dónde se encuentran los basurales a cielo abierto en toda la Provincia.
INFORME BASURALES