El Día Internacional del Orgullo LGBT se celebra el 28 de junio debido a la conmemoración de los disturbios del bar Stonewall (Nueva York, EEUU) ocurridos en el año 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación de la diversidad sexual.
Ese día hubo una redada policial en el pub Stonewall Inn, situado en un barrio de Nueva York. Las activistas Stormé DeLarverie, Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson se pusieron al frente para defender a sus compañeras. Personas trans, gays y lesbianas, atravesadas por identidades afros, latinas y pobres, que se negaban a ceder ante el poder policial.
Como respuesta, surgieron de forma espontánea diversas revueltas y manifestaciones, que pretendían protestar contra un sistema que perseguía a las personas del colectivo LGBT+.
Las celebraciones del orgullo LGBT+ tienen un trasfondo reivindicativo, ya que en muchos países del mundo la orientación sexual y la identidad de género siguen estando criminalizadas, y en muchos otros, aunque las leyes los amparen, no están aceptadas socialmente.
El respeto a la diversidad sexual reivindica el derecho de las personas a vivir con libertad su orientación sexual e identidad de género, sin temor a discriminaciones ni represalias.