Alcanzar un rápido y eficaz sistema para que los tratamientos médicos que requieren aceite de cannabis puedan tener cobertura a través de las obras sociales, fue el tema central del encuentro de trabajo que mantuvieron en las últimas horas
Alcanzar un rápido y eficaz sistema para que los tratamientos médicos que requieren aceite de cannabis puedan tener cobertura a través de las obras sociales, fue el tema central del encuentro de trabajo que mantuvieron en las últimas horas la secretaria de Salud de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, Marcia Lázaro, y la diputada Alejandra Lorden.
Con la salud pública en la Provincia como tema global de análisis, pero con las particularidades que se observan desde la Defensoría del Pueblo, a través de los reclamos que realizan tanto los bonaerenses del interior como los radicados en el Conurbano, Lázaro y Lorden, que preside la comisión de Salud de la Cámara baja, pusieron el foco en las asignaturas pendientes vinculadas a la salud mental y al largo camino por recorrer para que el nuevo paradigma en la materia finalmente se consolide y los procesos de desmanicomialización e integración a la sociedad de los usuarios del sistema sean una realidad cotidiana.
Asimismo, repasaron la realidad actual del plan federal Incluir Salud (ex Profe), y el amplio abanico de dificultades que expresan sus beneficiarios y que se traducen en numerosas quejas recibidas en las distintas sedes de la Defensoría, fundamentalmente por la imposibilidad de acceder a las prestaciones.
Al poner el foco en la nueva legislación que permite el uso medicinal del aceite de cannabis en el país, coincidieron en la necesidad de “reglamentar” la norma en forma “urgente”, pero antes destacaron que “estamos ante un avance histórico en la lucha de pacientes, familiares y sectores de la comunidad médica y científica, que defienden su uso terapéutico para el tratamiento de dramáticas enfermedades”.
Buscamos “ampliar el derecho a la salud de las personas que hasta ahora venían sufriendo crueles enfermedades sin la posibilidad de acceder a tratamientos alternativos en aquellos casos que no respondían a las terapias convencionales”, dijo a todo esto el Defensor del Pueblo Adjunto en Derechos Humanos y Usuarios de Servicios de Salud, Marcelo Honores.
El aceite de cannabis generalmente se usa para aplacar dolencias o tratar convulsiones; para enfrentar mejor un cáncer o el VIH; en algunos casos es recomendado para combatir cuadros de esclerosis múltiple, artritis, glaucoma, dolor crónico, la enfermedad de Alzheimer, mal de Parkinson, depresión, epilepsia refractaria o autismo, entre otros.
Del encuentro entre Lázaro y Lorden, que se desarrolló en el Anexo de la Cámara de Diputados bonaerense, también participó la directora de Salud de la Defensoría, Mariana Rodríguez.
Con la salud pública en la Provincia como tema global de análisis, pero con las particularidades que se observan desde la Defensoría del Pueblo, a través de los reclamos que realizan tanto los bonaerenses del interior como los radicados en el Conurbano, Lázaro y Lorden, que preside la comisión de Salud de la Cámara baja, pusieron el foco en las asignaturas pendientes vinculadas a la salud mental y al largo camino por recorrer para que el nuevo paradigma en la materia finalmente se consolide y los procesos de desmanicomialización e integración a la sociedad de los usuarios del sistema sean una realidad cotidiana.
Asimismo, repasaron la realidad actual del plan federal Incluir Salud (ex Profe), y el amplio abanico de dificultades que expresan sus beneficiarios y que se traducen en numerosas quejas recibidas en las distintas sedes de la Defensoría, fundamentalmente por la imposibilidad de acceder a las prestaciones.
Al poner el foco en la nueva legislación que permite el uso medicinal del aceite de cannabis en el país, coincidieron en la necesidad de “reglamentar” la norma en forma “urgente”, pero antes destacaron que “estamos ante un avance histórico en la lucha de pacientes, familiares y sectores de la comunidad médica y científica, que defienden su uso terapéutico para el tratamiento de dramáticas enfermedades”.
Buscamos “ampliar el derecho a la salud de las personas que hasta ahora venían sufriendo crueles enfermedades sin la posibilidad de acceder a tratamientos alternativos en aquellos casos que no respondían a las terapias convencionales”, dijo a todo esto el Defensor del Pueblo Adjunto en Derechos Humanos y Usuarios de Servicios de Salud, Marcelo Honores.
El aceite de cannabis generalmente se usa para aplacar dolencias o tratar convulsiones; para enfrentar mejor un cáncer o el VIH; en algunos casos es recomendado para combatir cuadros de esclerosis múltiple, artritis, glaucoma, dolor crónico, la enfermedad de Alzheimer, mal de Parkinson, depresión, epilepsia refractaria o autismo, entre otros.
Del encuentro entre Lázaro y Lorden, que se desarrolló en el Anexo de la Cámara de Diputados bonaerense, también participó la directora de Salud de la Defensoría, Mariana Rodríguez.