En el marco del programa anual de monitoreo de hospitales y centros de salud públicos y privados de la provincia, el Defensor del Pueblo Adjunto en DDHH y Salud Marcelo Honores, realizó una visita al Centro de Vías Respiratorias (ex Dispensario) de Tandil.
En efecto, Honores recorrió las instalaciones del Centro especializado en enfermedades crónicas no transmisibles, que tiene como abanderado al servicio de Neumotisiología, que desarrolla un programas de Cesación Tabáquica desde hace 13 años y que recibe pacientes que buscan emprender un camino para dejar de fumar.
En la actualidad, unas 50 personas concurren en forma semanal a los encuentros grupales. Allí son abordados por distintos profesionales que llevan adelante un trabajo interdisciplinario durante los 6 meses que dura el tratamiento.
La atención en la institución tandilense, que no cuenta con internación, es ambulatoria y apunta a la prevención, tratamiento y rehabilitación de enfermedades crónicas no transmisibles. Aborda vías respiratorias, cardiología y diabetología, además de contar con un servicio de diagnóstico por imágenes; laboratorio de análisis químicos; consultorio del sueño y grupos de obesidad.
El establecimiento, que partió de ser un centro de medicación y luego un vacunatorio, hoy cuenta con profesionales en enfermedades crónicas para la atención de adultos, chicos y jóvenes e incorporó especialidades pediátricas como psicología y fonoaudiología.
Fue un 2 de septiembre de 1945 cuando se colocó la piedra fundamental para la construcción del edificio de la tradicional institución tandilense conocida entonces como Dispensario de Vías Respiratorias (en la intersección de las calles España y Alberti), nacida de la mano de la Cruz Roja y el compromiso de los vecinos, a la luz de la lucha contra la tuberculosis.