Con la intención de tomar conocimiento sobre el estado de salud de un privado de libertad que se cosió la boca en huelga de hambre como protesta por su traslado a ese lugar, la Defensoría del Pueblo bonaerense estuvo en la Unidad 36 de Magdalena, donde también monitoreó el estado en que se encuentra el establecimiento.
Con la intención de tomar conocimiento sobre el estado de salud de un privado de libertad que se cosió la boca en huelga de hambre como protesta por su traslado a ese lugar, la Defensoría del Pueblo bonaerense estuvo en la Unidad 36 de Magdalena, donde también monitoreó el estado en que se encuentra el establecimiento.
Durante esa visita, representantes del organismo mantuvieron una entrevista con el interno, quien dio detalles de su situación, y con el director del penal, Ramón Torales, que explicó los pasos a seguir respecto a este episodio.
Según se pudo conocer, el privado de la libertad se cosió la boca como protesta contra el traslado desde la Unidad 9 de La Plata hacia ese lugar. Por este hecho, la jueza de Ejecución Nº 1, Claudia Marengo, ya dio el aval para su traslado y posterior reubicación en alguna cárcel en el radio de la capital provincial, lo que tendrá lugar próximamente.
El interno, quién aún permanece con la boca cosida, manifestó ante el secretario de Promoción de Derechos Humanos de la Defensoría, Luis Rech, y el miembro de este equipo, Matías Surigaray, que se encuentra en buen estado de salud, pero desea ser trasladado a La Plata y así estar cerca de algún hospital por si sufre algún ataque de asma, ya que sufre este padecimiento y ya estuvo internado en varias oportunidades.
Además, indicó que desea estar cerca de sus familiares en La Plata, y se le notificó sobre la disposición de traslado por parte de la jueza, por lo que evaluaría desistir de la medida de fuerza. Luego de esta charla, desde la Defensoría mantuvieron un contacto con el padre del interno, quien expresó su satisfacción por las acciones desplegadas por la Defensoría.
Además, se monitorearon las condiciones de la Unidad, y se llegó a la conclusión de que se encuentra en buen estado general, pero con una población de casi 800 privados de libertad, una cantidad que excede el ideal del establecimiento fijado en 650 personas. Como consecuencia de esta situación, hay un faltante de 50 colchones.
Durante esa visita, representantes del organismo mantuvieron una entrevista con el interno, quien dio detalles de su situación, y con el director del penal, Ramón Torales, que explicó los pasos a seguir respecto a este episodio.
Según se pudo conocer, el privado de la libertad se cosió la boca como protesta contra el traslado desde la Unidad 9 de La Plata hacia ese lugar. Por este hecho, la jueza de Ejecución Nº 1, Claudia Marengo, ya dio el aval para su traslado y posterior reubicación en alguna cárcel en el radio de la capital provincial, lo que tendrá lugar próximamente.
El interno, quién aún permanece con la boca cosida, manifestó ante el secretario de Promoción de Derechos Humanos de la Defensoría, Luis Rech, y el miembro de este equipo, Matías Surigaray, que se encuentra en buen estado de salud, pero desea ser trasladado a La Plata y así estar cerca de algún hospital por si sufre algún ataque de asma, ya que sufre este padecimiento y ya estuvo internado en varias oportunidades.
Además, indicó que desea estar cerca de sus familiares en La Plata, y se le notificó sobre la disposición de traslado por parte de la jueza, por lo que evaluaría desistir de la medida de fuerza. Luego de esta charla, desde la Defensoría mantuvieron un contacto con el padre del interno, quien expresó su satisfacción por las acciones desplegadas por la Defensoría.
Además, se monitorearon las condiciones de la Unidad, y se llegó a la conclusión de que se encuentra en buen estado general, pero con una población de casi 800 privados de libertad, una cantidad que excede el ideal del establecimiento fijado en 650 personas. Como consecuencia de esta situación, hay un faltante de 50 colchones.