Qué saben los y las jóvenes sobre la menstruación y el acceso e información de los productos que usan, es el eje del segundo informe sobre las personas menstruantes que presentó la Defensoría del Pueblo bonaerense.
El cuestionario, que fue elaborado por la dirección de Políticas de Igualdad del organismo que conduce Guido Lorenzino, se efectuó en forma virtual y más de 1.600 personas respondieron sobre la copa menstrual, la necesidad de beneficios y mayor promoción, y la presencia de este tema en la ESI.
El trabajo arrojó que la mayoría de las jóvenes encuestadas recibió información sobre el tema a través de una conversación con personas allegadas.
El 65% realizó, al menos una vez, una consulta ginecológica a un/a profesional de la salud, siendo la edad promedio en que realizaron dicha consulta entre los 14 y los 15 años.
Según la encuesta, a pesar de emerger como la franja etaria que más señaló conocer las copas menstruales, el grupo de jóvenes se distingue (junto con las personas mayores de 50 años) como uno de los que más utiliza productos descartables.
Entre los motivos por los cuales eligen usar estos productos de gestión menstrual se advierten que el 28,2 % respondió que “es más fácil de usar”, el 20,3 % que les da “confianza/seguridad”, “es más cómodo” respondió un 19,4% y el 17,2 dijo que “es más fácil de conseguir”.
En cuanto a las principales fuentes de información sobre productos de gestión menstrual se destacan los medios web y las redes sociales.
Por otra parte, el informe mostró que el 69% de las jóvenes afirmaron haber tenido que modificar sus hábitos en el uso de estos productos por motivos o dificultades económicas. De este total, más del 77% tuvo que optar por marcas o productos más económicos, mientras que el 22% debió comprar menos cantidad y/u optimizar su uso.
Al ser consultadas por las alteraciones respecto de su rutina diaria durante la menstruación, aparece la actividad física (80,2%) como la más postergada. Asimismo, alrededor de la mitad manifestó haber dejado de ir a la escuela o a la facultad (55,1%) y concurrir a un evento social (45,9%).
Así mismo, el 95% de las jóvenes revelaron estar de acuerdo con que se promueva el uso de los productos reutilizables. Este consenso se mantiene en relación a la eliminación del IVA (80,8%) y se incrementa frente a la provisión gratuita por parte del estado de productos de gestión menstrual (98%).
Además, el 99% de éstas también expresaron estar de acuerdo con que se incorpore la menstruación como contenido educativo en el marco de la Educación Sexual Integral (ESI).
“Esta información es fundamental para promover políticas públicas basadas en necesidades reales, desde cómo acompañar a una mujer que deja de hacer sus actividades, hasta aquella familia que no puede afrontar los costos”, expresó Lorenzino.
Descargar el informe ACÁ
El trabajo arrojó que la mayoría de las jóvenes encuestadas recibió información sobre el tema a través de una conversación con personas allegadas.
El 65% realizó, al menos una vez, una consulta ginecológica a un/a profesional de la salud, siendo la edad promedio en que realizaron dicha consulta entre los 14 y los 15 años.
Según la encuesta, a pesar de emerger como la franja etaria que más señaló conocer las copas menstruales, el grupo de jóvenes se distingue (junto con las personas mayores de 50 años) como uno de los que más utiliza productos descartables.
Entre los motivos por los cuales eligen usar estos productos de gestión menstrual se advierten que el 28,2 % respondió que “es más fácil de usar”, el 20,3 % que les da “confianza/seguridad”, “es más cómodo” respondió un 19,4% y el 17,2 dijo que “es más fácil de conseguir”.
En cuanto a las principales fuentes de información sobre productos de gestión menstrual se destacan los medios web y las redes sociales.
Cambio de hábitos por economía.
Por otra parte, el informe mostró que el 69% de las jóvenes afirmaron haber tenido que modificar sus hábitos en el uso de estos productos por motivos o dificultades económicas. De este total, más del 77% tuvo que optar por marcas o productos más económicos, mientras que el 22% debió comprar menos cantidad y/u optimizar su uso.
Al ser consultadas por las alteraciones respecto de su rutina diaria durante la menstruación, aparece la actividad física (80,2%) como la más postergada. Asimismo, alrededor de la mitad manifestó haber dejado de ir a la escuela o a la facultad (55,1%) y concurrir a un evento social (45,9%).
Amplia mayoría
Así mismo, el 95% de las jóvenes revelaron estar de acuerdo con que se promueva el uso de los productos reutilizables. Este consenso se mantiene en relación a la eliminación del IVA (80,8%) y se incrementa frente a la provisión gratuita por parte del estado de productos de gestión menstrual (98%).
Además, el 99% de éstas también expresaron estar de acuerdo con que se incorpore la menstruación como contenido educativo en el marco de la Educación Sexual Integral (ESI).
“Esta información es fundamental para promover políticas públicas basadas en necesidades reales, desde cómo acompañar a una mujer que deja de hacer sus actividades, hasta aquella familia que no puede afrontar los costos”, expresó Lorenzino.
Descargar el informe ACÁ