Honores visitó la Unidad 34 de Melchor Romero para analizar las condiciones de detención de las personas privadas de su libertad y verificar el estado de las instalaciones.
Un nuevo relevamiento sobre condiciones de detención de las personas privadas de su libertad en la Unidad 34 de Melchor Romero, que puso énfasis en el contacto directo con los internos y verificar el estado de las instalaciones, desarrolló en las últimas horas el Defensor del Pueblo Adjunto en Derechos Humanos y Salud de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Honores.
Durante la visita al establecimiento, que tiene una capacidad de 382 plazas que se distribuyen en cuatro módulos, tres destinados a alojar a la población penitenciaria, en 12 pabellones con 26 celdas cada uno, Honores se entrevistó con sus autoridades y monitoreó al azar distintas áreas, desde la cocina hasta la farmacia y los sectores destinados a la recreación, capacitación y formación profesional.
Honores junto al secretario de Promoción de DDHH de la Defensoría, Luis Rech, y a Flavio Ponce, tuvieron múltiples contactos con internos para interiorizarse sobre la problemática del penal.
En ese sentido, se destacó la necesidad de encarar algunas reparaciones (fundamentalmente cambiar vidrios) para enfrentar las bajas temperaturas invernales, y se puso de relieve la importancia de las actividades recreativas, deportivas, culturales (biblioteca, macramé, artes visuales, títeres y cine debate) y la equino terapia que ocupa a las personas alojadas en la Unidad.
Asimismo, en materia laboral se informó que los internos desarrollan actividades de armado de broches y cursos de formación profesional sobre fabricación de muebles de caña, mantenimiento de edificios y operador de informática, además de otros talleres no formales que incursionan en la construcción y reparación de computadoras; electricidad domiciliaria; y cultivo de rosales.