El organismo lanza un programa junto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para que los privados de su libertad puedan realizar prácticas en este sector.
La Defensoría del Pueblo bonaerense lanza “Programar Futuro”, una iniciativa que apunta a que las personas privadas de su libertad puedan trabajar en la industria informática y tecnológica, mediante el desarrollo de sitios webs o videojuegos, desde las diferentes unidades del Servicio Penitenciario provincial.
Se trata de una propuesta de inclusión digital que el organismo que conduce Guido Lorenzino articulará con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, y con el que busca que los detenidos, mediante prácticas, puedan alcanzar conocimientos específicos en temas relacionados con esta industria y adquirir herramientas para insertarse en las cadenas de agregación de valor.
“El sector digital es una de las ramas con mayor expansión en nuestra economía, pero tiene una alta demanda insatisfecha de puestos de trabajos. Por lo tanto, con este programa buscamos cumplir un doble objetivo, atender este déficit y dar respuesta a uno de los sectores históricamente postergados”, expresó Lorenzino.
Entre las actividades que las personas privadas de la libertad podrían realizar aparecen el desarrollo de sitios web, testing de aplicaciones, videojuegos y técnicas de machine learning, entre otros. Es una apuesta a un trabajo remoto que no implica esfuerzo físico, sino que permite el desarrollo intelectual y del talento de las personas, desde cualquier lugar donde se encuentren.
“Con estas prácticas se apunta a facilitar los procesos de capacitación, la inserción laboral y las actividades comunitarias, con el fin de apoyar, mejorar y ampliar las oportunidades de reinserción social de las personas privadas de la libertad”, agregó Lorenzino.
Para llevar adelante estos trabajos se prevé la creación de los Centros de Formación Tecnológica “Programar Futuro”, que son módulos de mil metros cuadrados totalmente equipados para el desarrollo de estas actividades, que se pueden instalar en forma indistinta en cualquiera de las unidades penitenciarias que integran el Sistema Penitenciario de la Provincia.
“Estos espacios, a los que llamamos ‘Fábricas de Software’, constituirán un gran avance en los próximo años. Es un progreso significativo que las personas privadas de su libertad puedan alcanzar una especialización en formación tecnológica y lograr su integración social”, puntualizó Lorenzino.