La Defensoría hizo un monitoreo en el centro penal juvenil Batancito

Un monitoreo  sobre infraestructura edilicia, condiciones de vida y formación de los jóvenes alojados en Batancito, realizó durante las primeras horas de este año el Defensor del Pueblo Adjunto de Derechos Humanos y Salud de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Honores.

Batancito, uno de los establecimientos que integran el sistema de responsabilidad penal juvenil de la Provincia, es un centro de recepción y cerrado ubicado en el partido de General Pueyrredón, tiene una capacidad para 26 personas, mientras que en la actualidad sólo hay 24 alojados.

 

Del relevamiento encabezado por Honores también participaron el secretario de Promoción de Derechos Humanos de la Defensoría, Luis Rech, y el delegado de Mar del Plata, Rubén Cuevas, quienes se entrevistaron con el director del establecimiento, Juan Capel.

 

Después de hablar sobre la situación general de la institución, los funcionarios de la Defensoría, acompañados por Capel, recorrieron las instalaciones y conversaron con algunos de los jóvenes - de entre 16 y 20 años- procedentes del Gran Buenos Aires, Mar del Plata, Miramar y Necochea.

 

En Batancito, los jóvenes pueden cursar estudios primarios, secundarios y participar de talleres en mecánica, carpintería, luthería, cerámica, computación, peluquería y cocina; tienen la posibilidad de practicar fútbol y rugby y reciben visitas con una periodicidad quincenal.

 

En el plano profesional, la institución cuenta con un equipo técnico integrado en su totalidad por personal civil: tres licenciadas en psicología, dos en trabajo social, uno en terapia ocupacional, un  abogado y un psiquiatra que concurre una vez al mes. Sin embargo, desde hace cinco meses falta un médico.

 

El estado edilicio del establecimiento es bueno, con habitaciones individuales en los dos módulos que conforman la planta y un patio cada uno, en tanto la seguridad perimetral está a cargo de la Policía Bonaerense.