La Defensoría avanza en acciones para resolver graves conflictos en dos barrios de La Plata

Vecinos de Nueva Unión y El Mercadito solicitaron la intervención del organismo que conduce Guido Lorenzino, quien los convocó, junto a la Municipalidad y a la Provincia, para buscar soluciones.

Peleas entre bandas, enfrentamientos armados y excesiva presencia policial fueron algunas de las preocupaciones que vecinos de los barrios platenses Nueva Unión y El Mercadito presentaron en la Defensoría del Pueblo bonaerense, lo que derivó en la generación de una serie de acciones para alcanzar soluciones a estas problemáticas.

Todo comenzó cuando integrantes de la comunidad educativa de la escuela secundaria N° 85 se acercaron al organismo que conduce Guido Lorenzino en búsqueda de respuestas a los dramas que sufren a diario, lo que motivó la conformación de una mesa de diálogo que también incluye a organismos provinciales y la Municipalidad para tratar de hacer frente a todos los inconvenientes denunciados.

“El objetivo central que perseguimos es que el Estado se ocupe de mejorar la calidad de vida de los niños, niñas, adolescentes y sus familias, desde las diferentes miradas que pueden aportar tanto el sector político como los propios vecinos”, sostuvo Lorenzino.

Este ámbito de diálogo, que se reúne una vez por mes, tiene como propósito abordar integralmente la situación social del barrio, coordinar la ejecución de políticas públicas entre distintos sectores de la administración y articular posibles soluciones entre el Estado y los vecinos.

Una de las principales preocupaciones de la comunidad tenía que ver con la presencia y el rol de las fuerzas de seguridad. Es que en abril se desplegó en la zona un operativo policial inédito, con más de 500 efectivos de fuerzas federales, provinciales y locales que permanecieron en los barrios por más de veinte días. Esto provocó el malestar de los vecinos, que vieron alterada su vida cotidiana en el lugar.

Como primera medida de la mesa se logró entonces el cese de la presencia policial masiva y la redefinición del rol de las fuerzas de seguridad en Nueva Unión y El Mercadito.

Otro de los problemas está vinculado a los enfrentamientos armados entre bandas de los dos barrios. Ante esta situación, se implementaron distintas formas de intervención tales como la gestión de 30 becas del programa Envión para niños y jóvenes que participan en  talleres de Extensión de la UNLP y el sostenimiento de talleres rotativos para problematizar situaciones de violencia intrafamiliar y entre barrios.

El enfoque adoptado tanto por los representantes del Estado como por los vecinos es integral. Es decir, incluye distintos tipos de miradas y acciones ante un problema complejo. Es por eso que, como parte de la estrategia, se establecieron canales para recibir quejas vinculadas a los accesos al barrio, alumbrado, espacios recreativos, mejoramiento del Centro de Salud, entre otros. También se llevaron a cabo distintas actividades como torneos de fútbol femenino, circulación de firma de petitorios y talleres para jóvenes.

“Es importante que nos involucremos como Estado en intentar solucionar los principales problemas de los barrios escuchando y resolviendo con los vecinos”, explicó Lorenzino, y agregó que “desde la Defensoría buscamos que las políticas públicas lleguen a las personas que más lo necesitan, y es por eso que apostamos al diálogo y al trabajo conjunto”.

De la mesa participan la Dirección General de Cultura y Educación, el Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Niñez y Adolescencia, y el Ministerio de Seguridad de la Provincia; la Secretaría de Seguridad, Defensoría Ciudadana, la Secretaría de Salud y el Servicio Local de Niñez y Adolescencia del Municipio; y la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de La Plata.