El Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, rechazó la aplicación del beneficio del “dos por uno” en los casos de delitos de lesa humanidad y apeló a proteger los derechos de las víctimas del terrorismo de Estado y a continuar con las acciones de Memoria, Verdad y Justicia y la búsqueda del fin de la impunidad.
El Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, rechazó la aplicación del beneficio del “dos por uno” en los casos de delitos de lesa humanidad y apeló a proteger los derechos de las víctimas del terrorismo de Estado y a continuar con las acciones de Memoria, Verdad y Justicia y la búsqueda del fin de la impunidad.
En este sentido, Lorenzino consideró que “el fallo sobre el represor Luis Muiña menoscaba la obligación del Estado de ejecutar la pena en los casos de delitos de lesa humanidad y afecta los derechos de las víctimas del terrorismo de Estado, quienes asisten a una reedición de la doctrina del olvido y el perdón”.
Así, mientras las víctimas, organizaciones de Derechos Humanos, las Madres y las Abuelas continúan en la búsqueda de los desaparecidos y la identidad de sus nietos, los artífices del terror, condenados, gozan de dudosos beneficios sobre su condena, que fueron oportunamente derogados por no cumplir su objeto, y que resultan inaplicables a Delitos de Lesa Humanidad.
Por otra parte, el Estado, garante de la constitución y los instrumentos de derechos humanos, agrava la situación de familiares y amigos de las víctimas directas y afecta el derecho del acceso a la justicia consagrados en los tratados internacionales, de jerarquía constitucional.
Finalmente, Lorenzino subrayó que “no se puede dar marcha atrás con las políticas que erigieron a la Argentina como ejemplo en materia de derechos humanos”.
En este sentido, Lorenzino consideró que “el fallo sobre el represor Luis Muiña menoscaba la obligación del Estado de ejecutar la pena en los casos de delitos de lesa humanidad y afecta los derechos de las víctimas del terrorismo de Estado, quienes asisten a una reedición de la doctrina del olvido y el perdón”.
Así, mientras las víctimas, organizaciones de Derechos Humanos, las Madres y las Abuelas continúan en la búsqueda de los desaparecidos y la identidad de sus nietos, los artífices del terror, condenados, gozan de dudosos beneficios sobre su condena, que fueron oportunamente derogados por no cumplir su objeto, y que resultan inaplicables a Delitos de Lesa Humanidad.
Por otra parte, el Estado, garante de la constitución y los instrumentos de derechos humanos, agrava la situación de familiares y amigos de las víctimas directas y afecta el derecho del acceso a la justicia consagrados en los tratados internacionales, de jerarquía constitucional.
Finalmente, Lorenzino subrayó que “no se puede dar marcha atrás con las políticas que erigieron a la Argentina como ejemplo en materia de derechos humanos”.