En el marco de las actividades y charlas que realiza la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, sobre las distintas problemáticas y la necesidad de acompañar, promover, asesorar y defender los derechos legítimos de la gente, se llevó a cabo una charla vivencial sobre discapacidad, que estuvo a cargo de Stella Maris Alvarado
En el marco de las actividades y charlas que realiza la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, sobre las distintas problemáticas y la necesidad de acompañar, promover, asesorar y defender los derechos legítimos de la gente, se llevó a cabo una charla vivencial sobre discapacidad, que estuvo a cargo de Stella Maris Alvarado.
El encuentro fue presentado por la dirección de Discapacidad de la Defensoría con el objetivo de colaborar con la toma de conciencia de la sociedad sobre las barreras, falta de información y preconceptos existentes sobre esta realidad.
“El no se puede, hay que cambiarlo por pensar en que sí se puede”, fue el disparador de la charla de Alvarado, una mujer de 42 años que padeció una enfermedad que le causó una discapacidad neurolocomotora, a poco de nacer, y que hoy transita por una vida llena de desafíos superados.
Hubo anécdotas que provocaron más de una sonrisa, como cuando le impidieron continuar sus estudios porque no podía tomar correctamente un compás. “¿Me pueden decir la importancia que tiene para la vida de ustedes saber tomar correctamente un compás?”, preguntó a los presentes Stella Maris.
Y así continuaron los relatos sobre otras dificultades que, por su discapacidad, le intentaron poner en su vida. Hoy, mientras abraza a su hija Milagros, de cuatro años, pone especial énfasis que “soy feliz, amo la vida, y ojalá que esto les sirva a los que quieren bajar los brazos y no seguir luchando por lo que quieren”.
El encuentro fue presentado por la dirección de Discapacidad de la Defensoría con el objetivo de colaborar con la toma de conciencia de la sociedad sobre las barreras, falta de información y preconceptos existentes sobre esta realidad.
“El no se puede, hay que cambiarlo por pensar en que sí se puede”, fue el disparador de la charla de Alvarado, una mujer de 42 años que padeció una enfermedad que le causó una discapacidad neurolocomotora, a poco de nacer, y que hoy transita por una vida llena de desafíos superados.
Hubo anécdotas que provocaron más de una sonrisa, como cuando le impidieron continuar sus estudios porque no podía tomar correctamente un compás. “¿Me pueden decir la importancia que tiene para la vida de ustedes saber tomar correctamente un compás?”, preguntó a los presentes Stella Maris.
Y así continuaron los relatos sobre otras dificultades que, por su discapacidad, le intentaron poner en su vida. Hoy, mientras abraza a su hija Milagros, de cuatro años, pone especial énfasis que “soy feliz, amo la vida, y ojalá que esto les sirva a los que quieren bajar los brazos y no seguir luchando por lo que quieren”.