Al reconocer problemas relacionados a la insuficiencia de ingresos, una caída en los beneficios alimentarios, una disminución o suspensión de medicamentos o la escasa capacidad de ahorro, 6 de cada 10 adultos mayores del Conurbano señalaron que el sistema provisional se encuentra
Al reconocer problemas relacionados a la insuficiencia de ingresos, una caída en los beneficios alimentarios, una disminución o suspensión de medicamentos o la escasa capacidad de ahorro, 6 de cada 10 adultos mayores del Conurbano señalaron que el sistema provisional se encuentra en deuda con ellos.
Estas cifras se desprenden de un informe elaborado por la Defensoría del Pueblo bonaerense junto al Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica (UCA), que señala que el 57,7% de quienes reciben jubilaciones y pensiones en el Área Metropolitana, según la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA), observan estas deficiencias.
En detalle, esta apreciación es más fuerte entre las mujeres que en los varones (65,7% contra 43,2%); entre quienes tienen entre 60 y 74 años (61,4%); y para los que tienen mayor nivel educativo (66,1%). Por lo tanto, las mujeres más jóvenes y con mayor nivel educativo son las que consideran que el sistema previsional mantiene deudas con ellas en lugar de los varones, los de más edad y los de menor nivel educativo.
Puntualmente, los reclamos tienen que ver con la inseguridad alimentaria, es decir la reducción involuntaria de la porción de comida y/o la percepción de experiencias de hambre por problemas económicos durante el último año. Esta problemática afecta en forma diferencial a las mujeres (16,6%), a quienes tienen entre 60 y 74 años (15,43%), y a quienes poseen menor nivel educativo (18%).
La insuficiencia de ingresos es otro de los rasgos observados por la mitad de los encuestados. Si bien este planteo no presenta diferencias sustanciales de acuerdo a sexo y grupo de edad, son las mujeres las más afectadas (49,6%), y los de 60 a 74 años (48,8%). Respecto al nivel educativo alcanzado, afecta en mayor medida a quienes tienen menor nivel (53,4%) frente a un 30,8% de quienes tienen mayor nivel.
El recorte en medicamentos (es decir la disminución o suspensión en la compra de medicamentos por problemas económicos durante los últimos 12 meses) es otro de los indicadores de peso. Esta situación afecta al 19,7% de las personas mayores del Conurbano, siendo más evidente en las mujeres (21,7%), en los que tienen entre 60 y 74 años de edad (20,5%) y entre los que tienen niveles educativos más bajos (24,2%).
Por otro lado, se observó que sólo el 6,9% de los adultos mayores dentro del sistema provisional tienen capacidad de ahorro. Esta particularidad es levemente más alta en los varones (8,6%) y en quienes tienen niveles educativos más elevados (15,5%).
“Que la mayoría de los adultos mayores del Conurbano encuentren deficiencias en el sistema previsional es un llamado de atención para entender los problemas que enfrentan a la hora encontrar respuestas a los numerosos problemas que se les presentan”, sostuvo el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.
En esa línea, consideró que “se vuelve necesario direccionar políticas públicas para mejorar el nivel de vida de estas personas, sobre todo en un momento en el que se encuentran afectadas por cambios en el sistema que los vuelven aún más vulnerables”.
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Estas cifras se desprenden de un informe elaborado por la Defensoría del Pueblo bonaerense junto al Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica (UCA), que señala que el 57,7% de quienes reciben jubilaciones y pensiones en el Área Metropolitana, según la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA), observan estas deficiencias.
En detalle, esta apreciación es más fuerte entre las mujeres que en los varones (65,7% contra 43,2%); entre quienes tienen entre 60 y 74 años (61,4%); y para los que tienen mayor nivel educativo (66,1%). Por lo tanto, las mujeres más jóvenes y con mayor nivel educativo son las que consideran que el sistema previsional mantiene deudas con ellas en lugar de los varones, los de más edad y los de menor nivel educativo.
Puntualmente, los reclamos tienen que ver con la inseguridad alimentaria, es decir la reducción involuntaria de la porción de comida y/o la percepción de experiencias de hambre por problemas económicos durante el último año. Esta problemática afecta en forma diferencial a las mujeres (16,6%), a quienes tienen entre 60 y 74 años (15,43%), y a quienes poseen menor nivel educativo (18%).
La insuficiencia de ingresos es otro de los rasgos observados por la mitad de los encuestados. Si bien este planteo no presenta diferencias sustanciales de acuerdo a sexo y grupo de edad, son las mujeres las más afectadas (49,6%), y los de 60 a 74 años (48,8%). Respecto al nivel educativo alcanzado, afecta en mayor medida a quienes tienen menor nivel (53,4%) frente a un 30,8% de quienes tienen mayor nivel.
El recorte en medicamentos (es decir la disminución o suspensión en la compra de medicamentos por problemas económicos durante los últimos 12 meses) es otro de los indicadores de peso. Esta situación afecta al 19,7% de las personas mayores del Conurbano, siendo más evidente en las mujeres (21,7%), en los que tienen entre 60 y 74 años de edad (20,5%) y entre los que tienen niveles educativos más bajos (24,2%).
Por otro lado, se observó que sólo el 6,9% de los adultos mayores dentro del sistema provisional tienen capacidad de ahorro. Esta particularidad es levemente más alta en los varones (8,6%) y en quienes tienen niveles educativos más elevados (15,5%).
“Que la mayoría de los adultos mayores del Conurbano encuentren deficiencias en el sistema previsional es un llamado de atención para entender los problemas que enfrentan a la hora encontrar respuestas a los numerosos problemas que se les presentan”, sostuvo el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.
En esa línea, consideró que “se vuelve necesario direccionar políticas públicas para mejorar el nivel de vida de estas personas, sobre todo en un momento en el que se encuentran afectadas por cambios en el sistema que los vuelven aún más vulnerables”.
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